LOS CUARENTA




Yo muy expectante no sentí nada muy espectacular.
Me vino eso sí un irresistible deseo de rejuvenecer, es decir de hacer todo lo posible para mantener mi cuerpo radiante.
Comencé a sentir una creatividad alucinante.Todos mis talentos vinieron a golpearme la puerta, necesitaba hacer algo con ellos, manifestar cosas lindas y nuevas en el mundo.
Sentía y siento unas feroces ganas de vivir y por otro lado lo que se proyectaba inconscientemente de los 40 pa`delante no era nada halagador en lo que al cuerpo se refiere.
Esta es la gran paradoja: Internamente, el despegue, la mejor época de mi vida, paciente, sin dramas, algo así como una segunda adolescencia pero mucho mas relajada. Externamente, la decadencia, el comienzo del fin.
Obviamente, debido a mi temperamento, yo me rebelé ante esto, debe ser puro condicionamiento me dije, no puede ser que me empiece a caer a pedazos (Sundari) tiene que haber una forma de frenar la entropía , el desorden.
Comencé a hacerme una serie de limpiezas, de hígado, de riñón, de colon, hice un ayuno de 7 días incluso, de todo para estar impeque en la segunda mitad de mi vida.
Bueno, parece que no me fue tan mal.

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